La decoración heráldica destaca el linaje y la importancia de la familia. Suele tratarse de los escudos de los propietarios (familias como los Miranda, Aguiriano, Sesma, Ugarte y Palacio) y de órdenes religiosas (Hermanitas de los Ancianos Desamparados, Teresianas, Misioneros Claretianos). También puede encontrarse el escudo de Calahorra y encontramos un escudo del siglo XVII en la parte trasera de la sepultura de los misioneros claretianos. Éstos ocuparon a finales del siglo XIX el convento de franciscanos de San Salvador, por lo que el escudo puede proceder de este convento, probablemente del claustro. El escudo más repetido es el de la orden carmelita, debido a la gran devoción existente en Calahorra hacia la Virgen del Carmen y por asimilarse al escapulario, de connotaciones salvíferas.