Introducción

         En algunas ocasiones el terreno afectado por la concesión de una sepultura aparece cerrado. Este hecho es más frecuente en el caso de los panteones y, salvo contadas excepciones, las sepulturas cerradas están situadas en las calles principales del cementerio. El cerramiento es más habitual en los sepulcros más antiguos y prácticamente desaparece a partir de los años 30 del siglo XX. En el cementerio de La Planilla se conservan 106 sepulturas con algún tipo de cerramiento.

Las fórmulas para el cierre del terreno son básicamente dos: la rejería y los elementos verticales (pilares o pilas) unidos por medio de cintas de hierro, barras o cadenas. La rejería es el cerramiento más habitual, con 46 ejemplares conservados. Es también relativamente frecuente la colocación de una serie de pilas de piedra o hierro fundido unidas por barras o cinta de hierro. Estas pilas no pueden asociarse a una cronología o estilo concreto y, atendiendo a la datación de los enterramientos, parecen más antiguas las de fundición, aunque las de piedra presentan mayor pervivencia y evolución. Se localizan especialmente en las calles de San Basilio y de San Diego y en muchas ocasiones se asocian a panteones monumentales de gran empaque escultórico. Menos frecuente es la presencia de pilas de hierro o piedra unidas por cadenas. Su cronología es en torno a 1890-1910 y, salvo contadas excepciones se colocan directamente sobre el suelo o sobre un breve basamento.