La sepultura actúa como un conjunto que consta de dos partes, una invisible, generalmente subterránea, que completa la función higiénica, y otra visible, superficial, que es la que cumple la función conmemorativa por lo que aporta gran cantidad de información personal (nombres, fechas, fotografías) e iconológica (esculturas, símbolos). La sepultura es un monumento en el que la decoración invita a la reflexión, de la misma manera que la losa y la cama sepulcral evocan la concepción de la muerte como sueño eterno.
Según los elementos de los que conste la parte superficial de la sepultura distinguiremos entre distintos tipos de sepultura.