Introducción

El hierro es un material muy utilizado en el arte fúnebre en sus dos vertientes: forjado y fundido. De hierro forjado se realizaron cruces de cabecera, rejas para cerrar el perímetro de las sepulturas y puertas para los panteones capilla. El hierro fundido se popularizó en la segunda mitad del siglo XIX gracias a los avances técnicos y dio lugar a cruces de cabecera, balaustres y pilas torneadas para cerramiento, barras, cadenas, faroles, ganchos, cerrajas y puertas para las criptas de los panteones así como pequeños detalles decorativos (flores, pequeñas hojitas, puntas de flecha) que enriquecen las rejas. En todo caso, el empleo del hierro es símbolo de la incorporación a los nuevos rumbos marcados por la industrialización y perfecto ejemplo de que los avances técnicos no están reñidos con el diseño artístico sino que suponen la adecuación de las nuevas tecnologías a usos tradicionales.